Lisseth Boon/ Airam Fernández. Diario Últimas Noticias
Reportaje publicado el 15 de septiembre de 2013 en la versión digital del Diario Últimas Noticias
¡Esto es un
ejemplo de lo que son capaces de hacer los trabajadores! ¡De lo que es
capaz de hacer el socialismo!, exclamaba el fallecido ex mandatario Hugo
Chávez el 6 de junio de 2010, durante el programa número 360 de Aló,
Presidente, transmitido desde la planta procesadora de Cabudare (Lara)
de la nacionalizada empresa Lácteos Los Andes (LLA).
El ex Primer Mandatario se refería al salto de 1.550% que dio la producción de la fábrica luego de que fuera comprada por el Estado en 2008 para garantizar la "soberanía alimentaria". En cuestión de dos años, aseguró, pasó de procesar 17 mil litros diarios a 282 mil litros al día. También, recordó que en ese momento abarcaba 40% del mercado de leche.
En aquel Aló, Presidente, un Chávez entusiasta y orgulloso decía: "¡No hay jugos como los de Lácteos Los Andes!". Advertía que había que cuidar a la fábrica "como la niña de los ojos".
Tres años después, los propios trabajadores de la empresa nacional socialista de Lácteos Los Andes (Enlandes, LLA) piden al Ejecutivo que la fábrica sea intervenida y exigen la destitución de su gerencia. Quieren implantar un verdadero "control obrero", tal como ordenó Chávez cuando la fábrica fue expropiada en 2008.
La empresa, otrora líder del mercado nacional de los pasteurizados, ahora "está en quiebra", aseguraron representantes de LLA en abril pasado.
Entre las irregularidades enumeran: caída de la producción en 40%, falta de materia prima; sobresueldos de gerentes y asesores externos; recepción de 355 mil 628 toneladas de leche en mal estado (certificado por el Departamento de Control de Calidad) proveniente de la estatal Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas, La Casa, empresa adscrita al Ministerio para la Alimentación, Minpal.
El descontento en LLA ya había dado una muestra en noviembre de 2012, cuando empleados de la planta distribuidora de San Diego (Carabobo) protestaron para exigir mejoras salariales.
Hace tres semanas, los denunciantes alertaron sobre una posible "emergencia alimentaria" al estimar que el inventario alcanzaría para 21 días. A la fecha, ya se venció este plazo y no se conoce públicamente la respuesta del Gobierno.
Altibajos. Últimas Noticias (ÚN) intentó consultar al ministro de Alimentación, Félix Osorio. La encargada de comunicaciones del organismo dijo que el titular se encontraba en Cuba, y que no sabía la fecha de su regreso. Acotó, además, que es el único vocero autorizado.
En declaraciones a ÚN y El Mundo Economía & Negocios (19/8/13), el ministro dijo que la producción de la empresa no ha caído, a excepción de la leche, que bajó "por falta de materia prima".
Rainer Vivas, productor de leche del municipio Sucre (Socopó) del estado Barinas (el segundo de mayor producción del país), reconoce que la producción "ha tenido altibajos". El representante de la Federación Bolivariana de Ganaderos y Agricultores de Venezuela (Fegaven) explica que la entrega de materia prima a la receptora local de LLA ha presentado dificultades, pero igual "mantienen su apoyo a la planta del Estado".
La misma fábrica que inicialmente se propuso utilizar pulpa de frutas criollas para hacer jugos pasteurizados, ahora está a la espera de 800 mil toneladas métricas de esta materia procedentes de Chile, avisó el secretario de Finanzas del sindicato de trabajadores, Javier García. La leche no fue mencionada.
"No se están procesando ni distribuyendo lácteos", dice un empleado que prefiere mantener su nombre en reserva. "Lo único que está saliendo es té.
Extraoficialmente se conoció que el pasado 9 de septiembre Nicolás Maduro Guerra, hijo del actual Presidente, se reunió con los trabajadores en la planta de Cabudare. "Se llevó los estados de cuenta para estudiarlos y abrir una investigación a los gerentes. Nos prometió una solución", aseguró la misma fuente.
ÚN intentó contactar -sin éxito- a la junta directiva, integrada por Hairo Alí Arellano Araujo y Moisés Lares González, quienes fueron destituidos, según informó García. En su lugar, Luis Moreno fue nombrado gerente general.
El dirigente sindical de LLA indicó el pasado 10 de septiembre que una vez que el nombramiento de los nuevos directivos aparezca en Gaceta Oficial (GO) -lo que se esperaba para esta semana- los trabajadores darán una rueda de prensa para hablar de la situación de la empresa.
Razones. La crisis de LLA estalla en medio de una escasez general de alimentos de 20%, según el Banco Central de Venezuela (BCV). En julio se reportó un nivel de escasez de leche en polvo de 76,3%.
Los problemas contrastan con la inversión que el Estado ha realizado en los últimos dos años. En 2012, a la empresa le fue adjudicada una partida de Bs 4 mil 262 millones, de los cuales Bs 3 mil 526 millones (83%) correspondieron a proyectos.
Desde hace tres años, mientras la producción bajaba, la nómina crecía: de 4 mil trabajadores fijos en 2010, pasó a 5 mil 669 en 2011. En 2012 ya ascendía a 6 mil 531, según el balance de gestión de Minpal (2011 y 2012), al que está adscrita la empresa desde 2011.
En medio del conflicto, aparecen varios factores: ineficiencia, falta de gerencia profesionalizada y esquema administrativo con fines ideológicos más que comerciales, analiza el ingeniero químico y experto lácteo, Rodrigo Agudo.
La empresa, que durante 20 años funcionó bajo esquema privado, se convirtió en líder del sector pasteurizados, dominando 33% del mercado de leche y jugos, describe el especialista. Cuando fue adquirida por el Estado, cambió su orientación hacia el mercado social (Pdval, Mercal), perdiendo presencia en el comercial tradicional.
"Los Andes se convirtió en un hueco negro de los recursos del Estado. Sus deudores son los mismos organismos estatales. En cinco años ha triplicado su nómina (más grande que cualquier empresa privada). Ante la baja de la producción, la sobrecarga laboral es fuerte", observa Agudo.
Manuel Cipriano Heredia, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), considera que el problema de LLA radica en la falta de materia prima. "Existe un rezago entre los costos de producción y los precios máximos fijados para los productores. LLA paga a precios regulados, por lo que los productores se han desplazado a mercados más rentables como las queseras, que concentran 70% de la producción nacional. Al no tener suficientes proveedores, la estatal recurre a la importación. El Gobierno compra en el extranjero a dólar preferencial leche líquida y UHT, con lo cual están pagando por 88% de agua".
Para el productor barinés Rainer Vivas, no se trata solo del control de precios, sino de la falta de subsidios permanentes y otros beneficios para apoyar la labor del campesino. "La nacionalización de LLA fue una buena decisión. Pero faltan mecanismos para incrementar la producción".
Heredia concluye que "LLA es solo parte del problema. El Gobierno debe entender que todos los sectores involucrados en lácteos debemos sentarnos a discutir no solo la regulación de precios sino toda una política para el desarrollo de la industria".
El ex Primer Mandatario se refería al salto de 1.550% que dio la producción de la fábrica luego de que fuera comprada por el Estado en 2008 para garantizar la "soberanía alimentaria". En cuestión de dos años, aseguró, pasó de procesar 17 mil litros diarios a 282 mil litros al día. También, recordó que en ese momento abarcaba 40% del mercado de leche.
En aquel Aló, Presidente, un Chávez entusiasta y orgulloso decía: "¡No hay jugos como los de Lácteos Los Andes!". Advertía que había que cuidar a la fábrica "como la niña de los ojos".
Tres años después, los propios trabajadores de la empresa nacional socialista de Lácteos Los Andes (Enlandes, LLA) piden al Ejecutivo que la fábrica sea intervenida y exigen la destitución de su gerencia. Quieren implantar un verdadero "control obrero", tal como ordenó Chávez cuando la fábrica fue expropiada en 2008.
La empresa, otrora líder del mercado nacional de los pasteurizados, ahora "está en quiebra", aseguraron representantes de LLA en abril pasado.
Entre las irregularidades enumeran: caída de la producción en 40%, falta de materia prima; sobresueldos de gerentes y asesores externos; recepción de 355 mil 628 toneladas de leche en mal estado (certificado por el Departamento de Control de Calidad) proveniente de la estatal Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas, La Casa, empresa adscrita al Ministerio para la Alimentación, Minpal.
El descontento en LLA ya había dado una muestra en noviembre de 2012, cuando empleados de la planta distribuidora de San Diego (Carabobo) protestaron para exigir mejoras salariales.
Hace tres semanas, los denunciantes alertaron sobre una posible "emergencia alimentaria" al estimar que el inventario alcanzaría para 21 días. A la fecha, ya se venció este plazo y no se conoce públicamente la respuesta del Gobierno.
Altibajos. Últimas Noticias (ÚN) intentó consultar al ministro de Alimentación, Félix Osorio. La encargada de comunicaciones del organismo dijo que el titular se encontraba en Cuba, y que no sabía la fecha de su regreso. Acotó, además, que es el único vocero autorizado.
En declaraciones a ÚN y El Mundo Economía & Negocios (19/8/13), el ministro dijo que la producción de la empresa no ha caído, a excepción de la leche, que bajó "por falta de materia prima".
Rainer Vivas, productor de leche del municipio Sucre (Socopó) del estado Barinas (el segundo de mayor producción del país), reconoce que la producción "ha tenido altibajos". El representante de la Federación Bolivariana de Ganaderos y Agricultores de Venezuela (Fegaven) explica que la entrega de materia prima a la receptora local de LLA ha presentado dificultades, pero igual "mantienen su apoyo a la planta del Estado".
La misma fábrica que inicialmente se propuso utilizar pulpa de frutas criollas para hacer jugos pasteurizados, ahora está a la espera de 800 mil toneladas métricas de esta materia procedentes de Chile, avisó el secretario de Finanzas del sindicato de trabajadores, Javier García. La leche no fue mencionada.
"No se están procesando ni distribuyendo lácteos", dice un empleado que prefiere mantener su nombre en reserva. "Lo único que está saliendo es té.
Extraoficialmente se conoció que el pasado 9 de septiembre Nicolás Maduro Guerra, hijo del actual Presidente, se reunió con los trabajadores en la planta de Cabudare. "Se llevó los estados de cuenta para estudiarlos y abrir una investigación a los gerentes. Nos prometió una solución", aseguró la misma fuente.
ÚN intentó contactar -sin éxito- a la junta directiva, integrada por Hairo Alí Arellano Araujo y Moisés Lares González, quienes fueron destituidos, según informó García. En su lugar, Luis Moreno fue nombrado gerente general.
El dirigente sindical de LLA indicó el pasado 10 de septiembre que una vez que el nombramiento de los nuevos directivos aparezca en Gaceta Oficial (GO) -lo que se esperaba para esta semana- los trabajadores darán una rueda de prensa para hablar de la situación de la empresa.
Razones. La crisis de LLA estalla en medio de una escasez general de alimentos de 20%, según el Banco Central de Venezuela (BCV). En julio se reportó un nivel de escasez de leche en polvo de 76,3%.
Los problemas contrastan con la inversión que el Estado ha realizado en los últimos dos años. En 2012, a la empresa le fue adjudicada una partida de Bs 4 mil 262 millones, de los cuales Bs 3 mil 526 millones (83%) correspondieron a proyectos.
Desde hace tres años, mientras la producción bajaba, la nómina crecía: de 4 mil trabajadores fijos en 2010, pasó a 5 mil 669 en 2011. En 2012 ya ascendía a 6 mil 531, según el balance de gestión de Minpal (2011 y 2012), al que está adscrita la empresa desde 2011.
En medio del conflicto, aparecen varios factores: ineficiencia, falta de gerencia profesionalizada y esquema administrativo con fines ideológicos más que comerciales, analiza el ingeniero químico y experto lácteo, Rodrigo Agudo.
La empresa, que durante 20 años funcionó bajo esquema privado, se convirtió en líder del sector pasteurizados, dominando 33% del mercado de leche y jugos, describe el especialista. Cuando fue adquirida por el Estado, cambió su orientación hacia el mercado social (Pdval, Mercal), perdiendo presencia en el comercial tradicional.
"Los Andes se convirtió en un hueco negro de los recursos del Estado. Sus deudores son los mismos organismos estatales. En cinco años ha triplicado su nómina (más grande que cualquier empresa privada). Ante la baja de la producción, la sobrecarga laboral es fuerte", observa Agudo.
Manuel Cipriano Heredia, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), considera que el problema de LLA radica en la falta de materia prima. "Existe un rezago entre los costos de producción y los precios máximos fijados para los productores. LLA paga a precios regulados, por lo que los productores se han desplazado a mercados más rentables como las queseras, que concentran 70% de la producción nacional. Al no tener suficientes proveedores, la estatal recurre a la importación. El Gobierno compra en el extranjero a dólar preferencial leche líquida y UHT, con lo cual están pagando por 88% de agua".
Para el productor barinés Rainer Vivas, no se trata solo del control de precios, sino de la falta de subsidios permanentes y otros beneficios para apoyar la labor del campesino. "La nacionalización de LLA fue una buena decisión. Pero faltan mecanismos para incrementar la producción".
Heredia concluye que "LLA es solo parte del problema. El Gobierno debe entender que todos los sectores involucrados en lácteos debemos sentarnos a discutir no solo la regulación de precios sino toda una política para el desarrollo de la industria".
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