JORGE AGOBIAN / @jorgeagobian
Reportaje publicado el día domingo 11 de agosto de 2013 en el diario La Prensa de Anzoátegui
El refrán venezolano
"mucho chicle pero
poca bomba" es perfectamente aplicable a
la realidad cultural del estado
Anzoátegui, donde según varios
funcionarios ligados a esa área,
sí existe una oferta cultural; lo
que es insuficiente son las instalaciones.
Foto cortesía La Prensa de Anzoátegui | Giudita Gasparini |
Sin embargo, pareciera que la
infraestructura es solo un comodín que se enfrenta a la llamada "cultura popular" en la
que las actividades se realizan
en las barriadas y plazas de los
municipios.
La dirección regional de cultura del estado, dirigida desde
hace cinco meses por la actriz y
directora de teatro, Giuditta
Gasparini, anda en una onda de
cambios internos, según declaraciones de la funcionaria.
Su gestión está basada en la
creación de necesidades culturales en las comunidades,
porque afirma que "el camino
que estamos recorriendo va
rumbo a la constitución de las
comunas".
Pese a eso, la funcionaria con
más de 40 años trabajando en
asuntos culturales y artísticos,
aclara que "no todo es asfalto y
bloque, también se necesita
construir para la cultura".
¿Hace falta entonces edificaciones destinadas al disfrute
cultural, o las calles, las plazas y
los hoteles pueden sustituir
esos espacios?
Uno de los expertos que aseguran que existe déficit de infraestructura cultural, al menos
en la zona norte, es el director
de la Fundación para el desarrollo de las Bellas Artes de
Barcelona, Kiddio España.
"Hay una deuda con la zona metropolitana. Existen muy pocos espacios y los que hay tienen poco aforo".
A esa matriz de opinión se
unen otros trabajadores de la
difusión cultural de la entidad,
entre ellos, la directora de cultura de la alcaldía de Guanta,
Felicidad Rizales.
"Muchas veces la falta de
infraestructura nos limita, sin
embargo trabajamos así".
Edward Piñango, quien preside la dirección de turismo y
cultura de la alcaldía de Barcelona ve como una prioridad
inmediata la construcción de un
"complejo cultural con suficiente espacio y tecnología" en
el área metropolitana del estado.
Por su parte, el director de
Puertoteatro, Pablo Ramírez,
argumenta que la construcción
de obras para la cultura "podría
ser una desventaja". Asegura
que ese tipo de instalaciones
requieren de un mantenimiento
y presupuesto constante y que
en ese aspecto el estado es "poco responsable".
Su experiencia como director
de uno de los dos teatros activos
en la zona norte, al cual no se le
aprueba "ni un centavo" para el
mantenimiento, le da pie para
opinar que existen limitaciones
para la ejecución de obras.
"Más allá del déficit de instalaciones, que es una realidad,
yo creo que hace falta más producto artístico para ofertar",
comenta Ramírez.
Pese al anhelo de tener más y
mejores instalaciones, lo cierto
es que hasta ahora, hay pocos
proyectos para la construcción
de las mismas, según Gasparini.
Incluso ni se menciona la construcción de nuevas salas de teatro.
Sólo se habla de la edificación
de la sede de la Orquesta Sin-
fónica (a la que se le ha ilusionado con incontables tierras
prometidas) que le costará unos
800 millones del bolívares al
estado y que podría ser inaugurada en el año 2018.
La entidad afronta la realidad
de un cuatro al que le falta una
cuerda. Tres de los elementos
más importantes están asegurados: el talento artístico, el
apoyo gubernamental y el trabajo de los diferentes voceros.
Pero falta una cuerda: el concreto y los telones.
En la zona norte hay solo tres
teatros, uno de ellos (el histórico teatro Cajigal de Barcelona) tiene varios años que
sus telones no se cierran y se
abren ante los aplausos del público. Los otros dos funcionan
con 130 butacas de aforo.
Los hoteles son el escenario
donde, sin tablas ni cortinas, se
presentan muchas veces los diferentes eventos culturales.
Reales que se perdieron en nombre de la cultura
Foto cortesía La Prensa de Anzoátegui | En este terreno de Barcelona debería estar construído un teatro. |
Durante el paso de Kiddio España
por la Dirección de Cultura de la
gobernación del estado, quedó en
planos y papeles las construcciones
de un teatro municipal para Barcelona, la sede de la orquesta sinfónica y una galería de arte en Puerto
La Cruz; tres obras que servirían de
mucho en la actualidad, según el
ahora director de Fundesba (Fundación para el Desarrollo de las Bellas
Artes).
El exfuncionario del gobierno regional comenta que esos proyectos
fueron llevados a la Asamblea Nacional y desde allá "se aprobó un
presupuesto modesto para esa época".
"Soy testigo que ese proyecto de 2001 fue aprobado. Quién sabe a dónde fueron a parar esos recursos".
Precisó que para el teatro, que
estaría ubicado entre la plaza Bolívar
y la plaza Miranda de Barcelona, se
aprobaron 800 mil bolívares. Para las
otras dos obras fueron transferidos 1
millón 600 mil bolívares.
Según el director de cultura de la
alcaldía de Bolívar, Edward Piñango,
el proyecto de ese teatro se paralizó
porque "durante la construcción se
dañaron unas casas de esa zona".
___Reportaje publicado el día domingo 11 de agosto de 2013 en el diario La Prensa de Anzoátegui
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